“Me da pena
despedirme de Málaga después de un año aquí. Llevo casi tres años en España
entre Alicante, Pozoblanco, Córdoba y Málaga capital. Me encanta el país entero,
pero las playas, el gazpacho y la gente de Málaga me tienen enamorada de la
ciudad.
He trabajado
en un instituto y en un colegio durante el último año escolar. Me ha costado
acostumbrarme a enseñar a niños de tres años y alumnos de 16 a la vez, pero he
tenido la suerte de trabajar con un profesorado simpático y acogedor. Antes de
llegar a Málaga, ya estaba en contacto con mi coordinadora bilingüe y cuando
por fin llegué, me enseñó los mejores sitios de Málaga. En Portada Alta, mi
coordinadora también me enseñó cómo manejarme en el instituto. La vergüenza es
uno de los obstáculos más grandes al aprender un idioma, y para quitarla se
tiene que coger confianza. Después de muchas clases, muchos juegos, y
excursiones a Gibraltar y a los baños árabes, por fin conseguí que los
estudiantes hablasen en inglés- incluso en Instagram!
Nunca
olvidaré cuando intenté bailar flamenco con 2º ESO ni cuando hicimos una
"cena" de Thanksgiving. El año ha estado lleno de risas, fallos, y
algunos enfados, pero más que nada, de aprendizaje, tanto para mí como para los
alumnos. ¡Les echaré de menos!”
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